SOBRE LA LECTURA

Estanislao Zuleta
(1982)



Voy a hablarles de la lectura. Me referiré a un texto escrito hace unos años.
Espero que lo comentemos en detalle para que logremos acercarnos al problema
de la lectura. Comencemos con un comentario sobre Nietzsche. Nietzsche tiene
muchos textos sobre este tema, pero por ahora les recomiendo sólo dos: el prólogo
a la Genealogía de la moral y el capítulo de la primera parte de Zaratustra que se
llama “Del leer y el escribir”; hay otros muy buenos en el Ecce Homo y en las
Consideraciones intempestivas, particularmente en la que lleva por título,
Schopenhauer educador. En ella se habla de lo que significó Schopenhauer para
Nietzsche en su juventud y en qué sentido fue para él un educador. Además les
recomiendo que se lean Sobre el porvenir de nuestros institutos de enseñanza,
pues en él, Nietzsche, hace una crítica de la Universidad como pocas veces se ha
hecho, incluso hoy. Vamos a leer el texto sobre la lectura; lo comentaremos y
contestaré las objeciones, críticas o insatisfacciones que ustedes me manifiesten.
Acaso ningún escritor haya hecho tan conscientemente como Nietzsche de su
estilo, un arte de provocar la buena lectura, una más abierta invitación a descifrar
y obligación de interpretar, una más brillante capacidad de arrastrar por el ritmo
de la frase y, al mismo tiempo de frenar por el asombro del contenido. Hay que
considerar el humorismo con el que esta escritura descarta como de pasada lo más
firme y antiguamente establecido y se detiene corrosiva e implacable en el detalle
desapercibido: hay que aprender a escuchar la factura musical de este pensamiento,
la manera alusiva y enigmática de anunciar un tema que sólo encontrará
más adelante toda amplitud y la necesidad de sus conexiones. Este estilo es la otra
cara, el reverso de un nítido concepto de la lectura, de un concepto que a medida
que se hace más exigente y más quisquilloso libera la escritura de toda
preocupación efectista, periodística, de toda aspiración al gran público y de esta
manera abre al fin el espacio en que pueden consignarse las palabras del
Zaratustra y elaborarse la extraordinaria serie de obras que lo continúan,
comentan y confirman. Al final del prólogo de la Genealogía de la moral
Nietzsche dice que requiere un lector que se separe por completo de lo que se
comprende ahora por el hombre moderno. El hombre moderno es el hombre que
está de afán, que quiere rápidamente asimilar; “por el contrario, mi obra requiere
de lectores que tengan carácter de vacas, que sean capaces de rumiar, de estar
tranquilos”. Nietzsche dice que “existe la ilusión de haber leído, cuando todavía
no se ha interpretado el texto. Y esa ilusión existe por el estilo mísero en que
escribe.


Ver completo en el siguiente enlace:


http://www.mineducacion.gov.co/cvn/1665/articles-99018_archivo_pdf.pdf